Por Lola:
Un nuevo semestre, un nuevo año en la universidad, nuevos retos, nuevos sueños, en fin, hasta los “converse” son nuevos.
La primera semana de escuela: una semana en donde casi no se hacen tantas cosas, ya saben, de trabajos, proyectos, solo se platica de ellos, y no más.
La primera semana: llena de expectativas en muchos aspectos; es la semana de (des) unión entre los compañeros de clase y es la primer semana en la que sabremos con qué profesor se pasará la materia y con cuál profesor debemos olvidarnos a veces (por no decir siempre) de nuestra vida social.
Es en esta semana en donde el Instituto hizo inauguración de manera formal de la concha acústica y las áreas deportivas; por supuesto, hubo un par de horas libres para que los alumnos fueran a dicho evento y escucharan los discursos del gobernador, de la directora, etc.; un buen “show”, muy inspirador pare este semestre.
Estos primeros días, es curioso como se cae en fechas de reflexión, propósitos y alegría, se crea una especie de expectativa mayor; te hace pensar que este año es el año en el que te van a ocurrir cosas increíbles; no sé, que pases las materias, que hagas mas amigos, que por fin se fije en ti la persona que te gusta (mmm ok, es soñar demasiado), pero es algo que pasa, que crees y tienes la firme intención de que sucederá en la primera semana de clases.
Es curioso, aunque estamos en una gran institución (tanto de tamaño como de nivel académico); muchas veces nos podemos topar con personas que a simple vista nos pueden agradar o no, y curiosamente, algunas de estas personas serán tus compañeros por cerca de 6 meses en alguna materia. Como paso en mi grupo, hay una chava, que yo ya había escuchado de ella meses atrás, que, siendo de la mañana, se fue a la tarde para, supongo yo “cambiar de aires”; esta chica a la que le llamaré “señorita alegría”, porque su comportamiento y actitud dista del de la típica chava universitaria frisona, elitista con aires de grandeza.
A pesar de que mi grupo es muy unido, -en las fiestas y supongo que en las penas igual-, por alguna razón esta niña,- o mi grupo- casi no se habla; no pienso que sea triste, es natural, lo desconocido porque al principio lo vemos como algo raro, fuera de lo común, le tenemos miedo o sólo no nos interesa.
Pero creo que a ella no le preocupa, ya que, por lo extremadamente juguetona que es, tiene muchos amigos en la mañana, de otros grupos y supongo que hasta de otras carreras.
Me sorprendió un poco cuando la conocí; digamos que me gusta observar a las personas y de ahí sacar mis conclusiones; sí hablo, pero eso de andarme en grandes grupos, pues no es lo mío.
No sé por qué, si fue porque no tenía que hacer o quizás necesitaba conocer un poco mas de alguien. Le hablé a miss alegría y, al conocerla, me di cuenta que es de esas chavas que cualquiera quisiera tener como amiga; es juguetona, alegre, muchos consideran eso enfadoso; yo lo considero “interesante”, porque se sale del estereotipo de la universitaria seria o digamos, muy confianzuda, o la que es la abeja reina y manda a todos a su antojo, además, le gustan muchas cosas que a mí me agradan y hace cosas que considero “ extrañas”, y aun así, a pesar de que casi no la conozco, me agrada; y sí, no lo niego, hasta podría pensar que podría ser mi amiga en un futuro.
Eso es un ejemplo de que a veces, la vida puede darte sorpresas que la verdad, aunque parece que no te interesan, cundo llegan, te alegras.
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